Esa noche caminamos por aquellos interminables callejones, caóticas de día y tan solitarios de noche.
Recuerdo calles oscuras, silenciosas...oigo el eco de nuestros pasos y cuya sombra muy pronunciada nos persigue bajo la luz de las farolas. De repente oímos un ligero murmullo que va aumentando poco a poco...y a la vuelta de la esquina nos encontramos una enorme plaza con cientos de personas alrededor de una fuente...la impresionante Fontana de Trevi.
La Fontana de Trevi es una maravilla aunque yo solo la ví de día....nunca fui noctámbula.Besicos
ResponderEliminarAnda que no te gusta a tí un barullo....
ResponderEliminarm.
Mooooola!
ResponderEliminarEnhorabuena, por el contenido, y por la valentía al mostrárnoslo.
Un besazo!
Héctor