Aveces una mirada vale más que mil palabras y esto es lo que quiero transmitir con estas fotografías.
Hace unos días tuve la suerte de acudir como voluntaria a una excursión. Fuimos a una bodega para que unos niños vieran más de cerca lo que es la vendimia y la elaboración del vino. La verdad es que fue una buena experiencia convivir con aquellos niños durante unas horas, observando cada gesto, cada mirada y cada sonrisa a través de mi cámara de fotos.